Publicado el viernes 15 de diciembre de 2006 - Edici�n No. 876 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Maestra en diplomacia

A sus 88 años, la ex-cónsul Carmen Mosquera de Coy es una afanada promotora de Panamá. Recibió la Orden Manuel Amador en grado de Comendador, por su labor diplomática.

Ileana Pérez Burgos

¿Cómo comenzó su carrera?

Me gradué a los 17 años [de la Escuela Normal de InstitutorasI y me fui a un campo muy chiquito cerca de Penonomé que se llamaba Marica Abajo -a ellos no les gusta ese nombre-. Allí fui maestra tres años. Entonces me trasladaron a Penonomé y enseñé otro año allí, por el año 39.

Me vine a Panamá y trabajaba con un tío e iba de noche a la universidad a estudiar Ciencias Políticas, y conocí al que fue mi esposo por 66 años.

¿La ayudó el ser maestra en su labor diplomática?

Yo tenía un tío político, Hernando Quiroz, que era inspector de educación, que siempre decía que el que se educa para ser maestro se educa para todo, porque se prepara para enseñar y aprender.

¿Cuándo decide estudiar diplomacia?

Estaba criando a los chiquitos [dos hijosI y tenía unas horas de trabajo con la Florida State University, enseñando español [a los jóvenes de las Fuerzas Armadas de Estados UnidosI. Cuando venía alguien de afuera a visitar, siempre me pedían que yo organizara en una forma latina la recepción, y conocí a tantas personalidades de esa época, como a Pinochet. Como todos ellos me preguntaban sobre el problema de Panamá con Estados Unidos y el Canal, me sentía un poco incómoda porque no estaba muy segura de lo que estaba diciendo, así que me dispuse ir a la universidad a estudiar.

Era mucho mayor que sus compañeros.

Todos mis compañeros, excepto uno, podían ser hijos míos. Me decían mamá Coy. Una vez los profesores, que eran muy exigentes, anunciaron examen oral. Dijeron los muchachos ‘nos salimos’ y dije yo ‘no, qué vergüenza, aquí nadie se sale, apenas termine la clase vamos para mi casa y allí estudiamos y nadie se sale’.

¿Su primera asignación diplomática?

Necesitaban a alguien para resolver un problema bastante serio que había en Taiwan. Siempre hay alguna persona que no es muy escrupulosa. Así que cuando los comerciantes panameños comenzaron a notar que los de Taiwan les cobraban alto por las mercancías que traían, preguntaron por qué y les dijeron que era por lo que pedía el consulado. El ministro de Relaciones Exteriores, Juan Antonio Tack, dijo que yo era la única persona que podía resolverlo siendo mujer y por mi edad (tenía 55 años). Me quedé en Taiwan seis meses.

En Atlanta, donde vive, ¿Dicta conferencias?

Hablé mucho sobre el tratado. Pero yo quería que conocieran a Panamá por algo más que el Canal, así que di conferencias sobre la obra del poeta José Franco. Me volví una hablantina. Ahora me han llamado para hablar sobre el Canal que quieren construir por Nicaragua. Esto es como decimos ‘bluff’ de los nicaragüenses. El canal allí no pudo ser y no podrá ser por los volcanes.

¿Planea regresar a Panamá?

Me gustaría pasar mis últimos años en mi tierra, si algo he sido es muy panameña.


 
 
 
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