Al igual que aceptó un llamado de Dios, la obispa de la Iglesia Metropolitana, Darlene Garner, llegó a Panamá para dar los primeros lineamientos a un especial pedido, una causa con la que busca dejar esperanza.

¿En qué momento decidió ser religiosa?

No decidí ser religiosa en algún momento de mi vida, más bien fue durante un proceso que comenzó hace muchos años. Al cabo de ese proceso, acepté el llamado de Dios en 1984.

¿Considera que las religiones deberían abrirse para tener líderes mujeres?

Pero por supuesto que sí. Más de la mitad de la población del mundo son mujeres. Somos fuertes, conscientes y confiables. Somos, en muchos casos, la cabeza de la familia, de negocios y de organizaciones de beneficencia. Por eso debe haber más mujeres líderes en las iglesias.

¿Cuál es la clave para la tolerancia?

La tolerancia no es un rol, sino la aceptación de la realidad, y esa realidad es que la humanidad es diversa. Los seres humanos son flacos y gordos, jóvenes y adultos, altos y bajos, religiosos y laicos. Y con diferentes tendencias sexuales; como también hay de distintas culturas y países. Ningún grupo es mejor ni peor que otro. Todos somos hijos e hijas de un mismo Creador y cada uno tiene su propio propósito en esta vida.

¿Cómo maneja la crítica y el rechazo?

Para manejar la crítica y el rechazo, uno debe aceptarse y amarse tal como es. Hay que valorar su propia vida más que las opiniones de los demás. Buscar y tratar de hallar una relación con Dios, una relación que esté basada en amor en lugar de en el miedo, y en la verdad en vez de en la mentira. Sin embargo, al principio fue muy difícil manejar la crítica y el rechazo de algunas familias, sobre todo en la adolescencia.

¿A qué vino a Panamá?

Hemos respondido a la invitación que nos extendió la Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, con el deseo de establecer una conexión para ver de qué forma le ayudamos a fundar una iglesia aquí. Serán precisamente ellos los que nos digan a nosotros qué tipo de ayuda necesitan y les extenderemos una mano amiga para ver de qué forma les brindaremos nuestro apoyo. Aunque todavía no hay un plan, existe el deseo de hacer realidad esta necesidad.

¿Es la obispa de este ministerio?

Sí. Hemos tenido nueve obispos y siete de ellos han sido mujeres. Desde hace 13 años soy obispa de la Iglesia Metropolitana para Estados Unidos y hace tres años para Latinoamérica.