En los últimos meses el país ha sido sacudido por la muerte de decenas de panameños por causa de la irresponsabilidad de otros panameños. Hoy que celebramos el cumpleaños de la patria, es el día propicio para que todos revisemos cómo contribuimos con el desarrollo del país, y analicemos si acaso incurrimos nosotros mismos en acciones que afectan negativamente la vida de otros. Y no hablamos solo de poner en riesgo otras vidas, sino de hacer perder el tiempo a otro, de tomar algo que no nos pertenece o corresponde, de pagarle a alguien menos de lo que su trabajo merece, ofender a otro, o tratar de tomar provecho de los demás.
Es hora de desterrar el ‘juega vivo’ de nuestra cultura. Lo que estamos es jugando muerto, y al final, el país entero sufre.
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