Publicado el viernes 6 de octubre de 2006 - Edici�n No. 865 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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BUZON DE ELLAS

Camino a Colón

Cada viernes, al llegar a casa, leo el suplemento Ellas desde la portada hasta la contraportada, al igual que lo hacen mi esposa, mi hija y mis dos hijos.

Interesante el artículo que se refiere al estado de la carretera Transístmica (‘Camino tortuoso a Colón’, 29 de septiembre), que comunica a las dos ciudades principales del país. Nada más justo que clamar porque a esta vía se le den las condiciones que merecemos quienes hacemos uso de ella, ya sea a diario o de vez en cuando.

Sólo quiero aclararles que el accidente en que falleció trágicamente el ingeniero Dominador B. Bazán, ex vicepresidente de la República, coprovinciano, no ocurrió en la carretera Transístmica por ‘el grave estado de la vía’ como se dice en Ellas, pues se produjo en un tramo del Corredor Norte, vía de reciente construcción y que está en muy buen estado; fue en una tarde lluviosa y presumo que las autoridades aún investigan las causas. Se especuló que el vehículo transitaba a alta velocidad.

Atentamente, un fiel lector
Ing. Luis E. Ortiz C.


Presión por la figura

Hola Ileana

Desde hace mucho quería escribirte ya que compartimos los mismos apellidos y tus artículos me gustan mucho ya que son muy reales y acordes con lo que cada día nos pasa.

Te puedo decir que tengo una bebé de año y nueve meses y me costó volver a mis tallas ya que a mi esposo le fascina mi cintura de 28, mis caderas de 36 y bueno, no soy perfecta porque no tengo el busto soñado, pero a mi esposo solo le importaba saber que la celulitis y las estrías que habían aparecido durante el embarazo desaparecieran. Gracias a Dios así pasó. Al cabo de un año bajé aún cuando subí una talla, cosa que me gustó porque antes era talla 3 y ahora soy 5, y la verdad es que un par de carne sobre el hueso es mejor.

Tus comentarios nos hacen sentir acompañadas en la cruda realidad que sufrimos las mujeres en el diario vivir. Un día un compañero de trabajo se quejaba porque nos habían enviado a una secretaria gorda y dijo a vox pópuli que yo era el consuelo de la oficina. La verdad no sé si para él fue un halago, pero para mí fue desastroso. Los hombres no se dan cuenta de lo crudo y difícil que es para nosotras levantarse todos los días pensando qué me pongo hoy que se vea mejor a lo de ayer.

Me despido esperando volver a leer un buen artículo tuyo nuevamente.
Atentamente,
Rita Pérez Burgos


Cuidados paliativos

Hola queridas amigas de Ellas:

Todos los viernes espero la publicación de esta completa revista, y me encanta coleccionarla. Cuando leí el artículo ‘La dulce sonrisa en el umbral de muerte’ del 8 de septiembre, no pude evitar llorar al recordar que mi padre Rafael Escobar G. , fallecido hace un año, no pudo gozar de un trato sensible ante su dolor y desahucio, de parte del personal médico del hospital Aquilino Tejeira de Penonomé.

Personalmente viví la peor experiencia de mi vida en ese hospital, cuando mi padre fue diagnosticado con cáncer en etapa terminal. Sentir la insensibilidad de los doctores que lo atendieron durante los pocos días que estuvo hospitalizado, provocó en mí una herida que todavía está en carne viva. A papi le dieron tres meses de vida, que se redujeron a 15 días, de los cuales estuvo alrededor de 10 en el hospital. Casi no pude creer que al negarme a enviarlo a Panamá para ‘confirmar’ su estado terminal, casi lo botaron del hospital sólo con una receta de acetaminofén, porque era ‘mi responsabilidad’.

Me llevé a papi casi huyendo de ese hospital en donde ni siquiera se le permitía quejarse del dolor propio de su enfermedad porque había profesionales de la salud molestos porque alguien que estaba ‘fatal’ no los dejaba dormir cuando estaban de turno. Considero que en Penonomé hace falta mucha sensibilidad ante el dolor humano. Ese dolor que en cualquier momento puede tocar nuestra puerta. Al llevarme a mi papá a casa, contraté a una doctora particular, a la cual le doy mil millones de gracias por darle unos últimos días llenos de esperanza y paz.

Fue increíble ver la fortaleza de mi papá, su entrega y su resignación. Todo producto del amor que recibió de los que estuvimos cerca de él al final. Ojalá se trabaje más en este lado del personal médico y de enfermería de los centros hospitalarios del país, para que a otras personas como a mi papi y a mi familia no les toque vivir este dolor intenso que todavía siento al no tener ese trato humano. A las doctoras Escobar y Vargas, muchas felicidades, y a ustedes gracias, por dejarme expresar mis sentimientos.

Yaicelina del C. Escobar Quirós
Penonomé, Coclé


Sobre portadas

Les escribo para felicitarles, pues esta revista enfoca diferentes tópicos del diario vivir al igual que de actualidad. Sin embargo, hay algo en lo que no estoy muy de acuerdo, y es con las portadas, pues casi siempre son las mismas caras de las dizque top models panameñas. En las agencias de modelaje hay chicas lindísimas, que he visto en concursos y que después no son promovidas para nada. Sería bueno que variaran más y le dieran oportunidad a chicas realmente lindas.

Agradezco de antemano el interés que presten a mi petición,

Ana Ríos Francos



 
 
 
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