Publicado el viernes 12 de diciembre de 2003 - Edici�n No. 723 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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LA VIDA EN FUCSIA

La teor�a del enano

Mi encantador hombre �compacto de cartera�

Ileana P�rez Burgos

Nos hab�amos reunido a cenar y tomar unas copitas de vino. Eramos nueve mujeres y a tanta voz femenina, por supuesto, el tema �hombres� se expuso en la mesa. Vicky comenz� a contarnos su nueva �teor�a del enano�. Resulta que ella hab�a visto la pel�cula de Things you can tell just by looking at her (Las cosas que puedes saber con solo mirarla), de Rodrigo Garc�a (hijo de Gabriel Garc�a M�rquez). En una de las historias de la cinta, una escritora de cuentos infantiles se enamora de su nuevo vecino, un enano. Y si vieran c�mo se babeaba por �l.

De aquello, Vicky sac� la conclusi�n de que por gusto nos la pasamos describiendo al hombre de nuestros sue�os. Al final, una se enamora del que, por lo menos f�sicamente, no concuerda con la descripci�n. O sea, nos enamoramos del enano.

��Qu�! �No! �No!� Saltaron en seguida todas. Qui�n iba a casarse con un feo. Y comenzaron a explicar las mil razones por las cuales aquello no pod�a ser. Aunque por all�, una adujo que andar con un hombre feo la hace a una lucir m�s hermosa, o sea, que pod�a ser toda una estrategia de belleza�. ��Uno calvo, no! �Panz�n, menos! �Chiquitito!�, y las descripciones poco atractivas continuaron.

Yo me re�a para mis adentros, porque, seamos sinceras, so�aremos con Tom Cruise, porque, qui�n quiere un sapo en su sano juicio, pero la verdad de la verdad es que nos enamoramos �del enano�. Que no es lo mismo que decir feo. Lo que trataba de decir Vicky era que amaremos al menos pensado, hasta puede ser aquel que no nos despertaba palpitaciones en el primer encuentro.

Eso me lo corrobor� mi t�a unas semanas despu�s. Le pregunto (yo la eterna rom�ntica) que c�mo hab�a conocido a t�o. �Atiendan que as� es la historia�, dijo. En un baile, mi t�o se flech� y se plant� al lado de ella para sacarla a bailar al menor toque del acorde�n. Mi t�a no estaba muy feliz con su galanter�a porque a ella le encantaba bailar con parejos diferentes y esa noche no le qued� m�s remedio que bailar con uno solo (con el que bailar�a el resto de la vida). Meses despu�s estaba prendada de �l.

Yo s� creo en la teor�a del enano. Me emociona pensar que el amor llega de sorpresa por la esquina menos pensada y en el empaque menos esperado. Adem�s, la verdad es que yo nunca he cre�do que de veras me voy a casar con un hombre que se parece a Richard Gere. Seamos realistas, la mayor�a de nuestros hombres se ven m�s bien como Gilberto Santa Rosa. Y yo soy fiel creyente en que un hombre que huele rico, luce n�tido y es encantador (que no es lo mismo que tener labia), derrite m�s corazones que un guapet�n sin ninguna de esas cualidades.

Al final, eso de la fealdad es totalmente subjetivo, igual que la belleza. Vayan a decirle a la esposa de Andr�s Poveda que su esposo es feo para que vean c�mo les �qui�a� el ojo.

El amor nos hace a todos espectaculares. �No les parece fabuloso?