Publicado el viernes 28 de noviembre de 2003 - Edici�n No. 721 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Judy Amado de M�ndez

Ayuda a Casa Esperanza en lo que mejor sabe hacer: recolectar fondos, los cuales se necesitan para los programas que se desarrollan en la capital y en las zonas ind�genas de Chiriqu� y Veraguas

Manuel Vega Loo

Judy Amado de M�ndez no duda en decir que tiene 47 años de edad y que tuvo su primer hijo a los 33 años.
A Judy Amado de M�ndez la conocen por ser uno de los motores impulsadores de la gran gala que organiza Casa Esperanza para recolectar fondos, muy necesarios para efectuar sus programas de ayuda y orientaci�n entre la ni�ez paname�a.

Desde hace 11 a�os pertenece a la junta directiva de Casa Esperanza, donde ha desarrollado su vocaci�n de ayuda y servicio hacia los dem�s, la cual conoci� durante sus a�os escolares gracias a sus tutores cat�licos.

Es madre de tres hijos, y una profesional y empresaria desde hace 12 a�os. Siempre se ha destacado en su campo laboral gracias a su carisma y empe�o, el cual utiliza, a�o con a�o, para conseguir fondos para Casa Esperanza, que este a�o tendr� su evento anual el 10 de diciembre en el hotel Marriott.

A Judy Amado de M�ndez no le molesta decir que tiene 47 a�os de edad y que tuvo su primer hijo a los 33 a�os. �Considero que soy un buen ejemplo para las mujeres, ya que primero me consagre como profesional y luego empec� mi familia�.

��Siempre dice su verdadera edad?

�No, a veces me la aumento, porque si digo que tengo 50 a�os me dir�n: �oye, qu� bien conservada est�s! Mientras que si les confieso mis 47 puede decir que estoy algo maltratada.

Un salto inesperado

Aunque es hotelera de profesi�n y su fuerte desde hace 25 a�os es la organizaci�n de eventos, se gradu� en la d�cada del 70 en el �rea de la microbiolog�a, profesi�n que nunca ha ejercido.

Judy Amado de M�ndez confiesa que pese a su inter�s por las ciencias y el conocimiento de las nuevas enfermedades, nunca se vio trabajando en un laboratorio, por eso comenz� a trabajar en el Instituto Paname�o de Turismo, donde tuvo su primer contacto con el sector hotelero y tur�stico. Adem�s descubri� el mundo del mercadeo.

Su inter�s por el mundo de la hoteler�a coincidi� con el regreso de la cadena Hilton a Panam�, para administrar el m�tico hotel El Panam�. �All� ingrese al departamento de Ventas. Fue una gran experiencia, ya que en esa �poca era uno de los hoteles m�s importantes del pa�s�.

Tras un buen desempe�o logra ingresar en la cadena Marriott, que abr�a por segunda vez un hotel en el �rea de Latinoam�rica. �En ese momento de mi vida decid� que deb�a estudiar hoteler�a, porque realmente era mi vocaci�n�.

Consegu� una beca para estudiar en el Instituto Klessheim de Hoteler�a y Turismo (Austria). �Fui la primera paname�a que se gan� una beca para estudiar en esa instituci�n, la cual egresa a los mejores profesionales en el sector�.

Con el t�tulo

Judy Amado de M�ndez, quien habla fluidamente el ingl�s y el espa�ol, y se defiende algo con el franc�s y el alem�n, regresa a su puesto de trabajo ya con un t�tulo y muchos a�os de servicio.

Al ver esto, sus jefes la nombran Maitre D� Hotel (administraci�n de los banquetes), �rea de trabajo que generalmente est� dominada por hombres a nivel mundial. Tambi�n fue la primera mujer de la corporaci�n Marriott en laborar en el sector de seguridad y prevenci�n de accidentes.

Cuando la cadena Marriott dej� el pa�s hace unos 12 a�os, decidi� independizarse y abrir su propia empresa.

Judy Amado de M�ndez decora, dise�a, coordina y crea eventos sociales en diferentes ramas. Profesionalmente tiene muchas fortalezas, sobre todo en el �rea corporativa y lo �nico que no le gusta organizar son los quincea�os, porque le tiene miedo al contacto de los adolescentes con el licor.

Ella se preocupa continuamente por la ni�ez, en la que incluye a sus hijos adolescentes, a los cuales siempre les dice que el ser humano nace con una caja de herramientas, la cual hay que saber mejorar con el tiempo.

Reconoce que muchas personas vienen a este mundo sin ninguna herramienta en su caja, por lo que requerir� del apoyo y la comprensi�n de los dem�s para llenarla y seguir adelante.