Aunque a los fibromas del útero se les llame tumores, son casi siempre benignos, es decir, no cancerosos, pero sí se deben tratar a tiempo.

Cada 10 minutos, 12 histerectomías son realizadas en Estados Unidos, según un estudio publicado recientemente por la Asociación de Ginecología de este país. La mayoría de estas histerectomías son realizadas por la presencia de fibromas en el útero. Posiblemente, según la Fundación de Fibromas Uterinos de EU, el 80% de todas las mujeres tiene fibromas. Mientras la mayoría no tiene síntomas, una de cada cuatro termina con síntomas suficientemente severos como para acudir a tratamiento.

>Petición desesperada

‘Mi hermana está recién operada de un fibroma uterino y había mujeres en el hospital que las operaban por segunda vez. . . ’, nos escribió una lectora consternada. ‘¿Quiere decir que la operación no es la solución final al problema? En mi familia ya van varias operadas de lo mismo y conocidas también han pasado por esto. . . me gustaría saber ¿cuál es la causa y si existe solución?’.

La buena noticia es que existen muchos tratamientos para los fibromas, que son ‘tumores o masas formadas por células musculares u otros tejidos que se desarrollan de la pared del útero (o matriz)’, según el Departamento de Salud de EU.

Son casi siempre benignos, o no cancerosos, y rara vez se convierten en cáncer (en menos del 0. 1% de los casos). Tener fibromas no aumenta las probabilidades de que una mujer tenga cáncer de útero.

El diagnostico lo realiza el ginecólogo cuando, durante el chequeo regular, percibe un aumento del tamaño o cambios en la forma del útero. Para confirmar la presencia de fibromas se realiza la ecografía abdominal o transvaginal. Los síntomas varían, pero los recurrentes pueden ser:

" Sangrado anormal y periodos menstruales abundantes y prolongados

" Dolor o presión en la zona pélvica

" Dolor durante el acto sexual

" Presión en la vejiga que provoca una necesidad constante de orinar.

" Presión en los intestinos que puede llevar al estreñimiento.

" Un abdomen distendido.

Habla con tu médico sobre la mejor forma de tratar tu tipo de fibroma. Él considerará varios factores antes de elegir un tratamiento (si quisieras quedar embarazada, el tamaño, la ubicación y tu edad).

>¿Cómo tratarlos?

El tipo, tamaño y localización de los fibromas determinarán qué tipo de procedimiento se efectuará.

Los especialistas recomiendan varias maneras de tratarlos. Una es el tratamiento hormonal que no te garantiza que no te vuelvan a salir. Otro es la miomectomía, una cirugía para extirpar fibromas sin quitar el tejido sano del útero.

Cuando los fibromas son grandes, tienes sangrado abundante, estás cerca o después de la menopausia y no quieres tener hijos, la histerectomía es la solución: una cirugía que extirpa el útero. Es la única forma de curar del todo los fibromas uterinos.

Con la ablación endometrial se destruye el recubrimiento endometrial del útero. Esta cirugía controla el sangrado abundante, pero luego la mujer ya no podrá tener hijos.

Una de las más recomendadas por especialistas es la Embolización de Fibromas Uterinos (UFE por sus siglas en ingles); un tratamiento que corta el suministro de sangre a los fibromas para que estos disminuyan de tamaño y se perfila como una alternativa a la histerectomía.

Estudios recientes también han indicado que en la mayoría de los casos es probable que los tumores fibroides no vuelvan a desarrollarse.

No obstante se debe tener presente que no todos los fibromas pueden ser tratados mediante la UFE. Tu médico debe recomendarte el más efectivo para tu tipo de fibroma y éste debe depender de las especificaciones individuales de cada mujer.

Recuerda acudir al ginecólogo si aparecen síntomas parecidos a los mencionados o algo que te moleste sobre tu salud sexual y física.