Este fin de semana se corona a la nueva Miss Mundo y por los vientos que soplan podría ser latina. Mientras, Miss Venezuela coronó por primera vez a una reina con discapacidad.

El mundo en Polonia

La final de Miss Mundo se celebra este sábado 30 de septiembre en Polonia, y se rumora que entre las favoritas está la candidata panameña Giselle Bissot, quien fue escogida casi a la carrera un mes antes del certamen.

Tal vez el hecho de no haber sido preparada con mucha anticipación y de tener marcada como prioridad en este momento sus estudios de maestría en Italia (a los que se irá corriendo apenas acabe el concurso) hacen que Giselle se presente fresca y espontánea, como suelen decir que es lo esencial ‘tal cual es’. Además tiene ese poder camaleónico de las buenas modelos, de transformarse en agresiva y sensual, pese a su cara de niña salpicada de pecas.

Lo cierto es que las latinas, como ya es costumbre, son las que se están robándose el show en las ciudades de Polonia. Son ellas Miss Venezuela, México, Puerto Rico, Colombia y Perú, quienes aparecen más en las fotos de agencias noticiosas, seguidas por las chicas del Caribe como Miss Barbados y Miss Trinidad y Tobago.

Rompiendo barreras

Este año la gran conmoción en el famoso concurso Miss Venezuela fue que una de las candidatas era sorda. Vanessa Peretti, de 20 años, representado al estado de Sucre, tenía al público cautivado. Su rostro sonriente estallaba en expresiones a la que la intérprete de lenguaje de señas, que siempre la acompañaba, ponía voz. Muy emocionada recibió la corona de Miss Venezuela para Miss Internacional, es decir, ocupó el tercer lugar en el certamen.

Dirían los panameños que esto ‘sí es inclusión’ de verdad. Joaquín Díaz, quien laboró en la Secretaría Nacional para la Integración Social de las Personas con Discapacidad y sigue estos certámenes, hace hincapié en que Vanessa ‘tiene todos los atributos como cualquier otra concursante’, solo que al no escuchar tiene una barrera en el lenguaje.

‘Dentro de los parámetros de estos certámenes ella es una belleza exótica que podría perfectamente posicionarse en el certamen asignado’, comenta Díaz. ‘Por lo que vi del concurso, creo que el arreglo personal puede mejorar y ser más juvenil y dinámico. Adicionalmente y con las ayudas técnicas requeridas (lenguaje de señas, gestos, etc. ), Vanessa demostró que lo que hay en su mente y en su corazón es de una calidad superior al resto de las participantes de este año. Lo que en resumidas cuentas sí produce cambios en estos estereotipos y sensibiliza sobre el tema’.

Algunos consideran que la coronación de Vanessa podría ser una estrategia publicitaria del certamen.

‘De todo eso y más, Venezuela concreta estrategias y esta es válida igual’, dice el comunicador social. ‘Creo que la belleza de Vanessa, como toda latinoamericana, es por dentro y por fuera, tiene sabor e inspira amor. Además, en Japón (país de la organización Miss Internacional) se encuentra una de las organizaciones de sordos más fuertes y organizadas del planeta, lo que de una manera indirecta incidirá en su desempeño’.