Ya estamos a 15 de diciembre, justo a la mitad del último mes del año. El 2006 se pasó volando y los días que quedan no alcanzan para terminar los deberes pendientes. Pero hay una buena nueva, ¡es casi Navidad! En el aire se respira ya la brisa de verano que nos envuelve en unos días frescos y soleados, y así, aunque el tranque apriete y encienda los malos humores, el sol siempre pone su cuota de alegría al alma, y si no lo creen porque están tan acostumbrados a verlo, pueden preguntarle a los habitantes de los países escandinavos, allá el sol les hace mucha falta.
Lo importante en estos días de ajetreo es disfrutar cada momento, sea la canción en la radio, conversar con la señora que espera con un usted en un fila y esos minutos con sus hijos o con su esposo -aunque sean por teléfono-, pues son momentos irrepetibles y los últimos de este año.
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