Publicado el viernes 27 de octubre de 2006 - Edici�n No. 869 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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EL PERSONAJE
Haydeé Beckels Pollard
Positiva discapacidad

Habla sin freno sobre los derechos de las personas con algún tipo de discapacidad. Lleva 19 años exigiendo inclusión e igualdad, por lo que recientemente se la condecoró con la gran medalla al mérito de la Orden Gumercinda Páez.

VANNIE ARROCHA

El 8 de octubre, Haydeé Beckels Pollard sólo esperaba celebrar su cumpleaños número 50. Sabiendo que al nacer los doctores le dieron apenas seis meses de vida, llegar a cinco décadas era una proeza.

Beckels nació con parálisis cerebral; a los tres días de nacida se le tuvo que operar un soplo en el corazón, además, ‘desde niña fue muy alérgica, manifestándosele en la piel y en los pulmones (es decir, con rinitis, dermatitis y asma crónica), y las repetidas convulsiones le trajeron un retraso mental, lesiones articulares que le causaron cojera, acompañada de contracturas musculares esporádicas que le aumentan con el estrés y, en la adolescencia, se le diagnosticó un soplo cardíaco’, señala su médico de cabecera, Agustín Luna, en el prólogo del libro Memorias de alguien que quiso cambiar. El espíritu luchador de esta mujer no se amedrentó.

Con la mayor ingenuidad, Haydeé cuenta que asistió a un brindis para celebrar sus 50 años, ofrecido por la primera dama Vivian Fernández de Torrijos y la Secretaría Nacional para la Integración Social de las Personas con Discapacidad (Senadis), sin embargo, la sorpresa que le guardó aquel día fue que se convertiría en la primera discapacitada condecorada con la medalla al mérito Gumercinda Páez, por su trayectoria como autogestora de los derechos de las personas con discapacidad.

‘Yo esperaba mi cumpleaños nada más, así que en mi cuarto no tengo dónde poner esa medalla’, señala con jocosidad y dice que ya le dolían los pies de tanta ceremonia.

> Hasta el exterior

Al preguntarle por qué había sido condecorada, Haydeé cuenta ‘empecé en mi lucha hace 19 años: primero luché por mis derechos y luego empecé a luchar por los derechos de los discapacitados’, expresa algo nerviosa, y añade que cuando está estresada se le escapan detalles de la memoria.

Su primer vínculo con una asociación para discapacitados empezó como vocal en la Asociación Nacional de Personas con Discapacidad (Anpede) -antes conocida como Asociación Nacional para Impedidos (AMPI)-, en la cual a principios de este mes asumió el cargo de presidenta. Beckles también pertenece a la Federación Nacional de Asociaciones de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad de la República de Panamá (Fenapapedi-Repa), a Inclusión Interamericana, a Inclusión Internacional, y es autogestora para Latinoamérica de estos dos últimos grupos. Y aquí no acaba todo, Haydeé es consejera de varios grupos en Panamá y Latinoamérica de jóvenes discapacitados, como Grupo de Jóvenes Casa de Oración Cristiana y un grupo para padres de discapacitados de la Universidad de Las Américas.

En dos ocasiones, en 2005 y 2006, ha viajado a Nueva York para dar su parecer frente a las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Ella señala que la única forma de hacer un buen documento para discapacitados es vincular a personas como ella en ese proceso para dar su punto de vista. También ha estado en Holanda, Brasil, Canadá, Francia, Nicaragua, Costa Rica, entre otros países más, uniendo fuerzas con otras personas que también luchan por la inclusión.

Fuera de todo este trabajo, está su vida personal.

‘Es algo difícil, cuando las personas piensan que yo sólo estoy en esto como hobby y que no tengo nada que hacer, porque yo tengo que ayudar a mi mamá que cumplió 80. Yo hago el supermercado y aunque mis hermanos están pendientes, yo soy la que estoy allí con ella’.

Hace la observación de que cuando su madre la demanda en tiempo y sus actividades sociales también, ella tiene muy presente esto: ‘Es mejor estar bien con mi mamá y mal con todo el mundo’.

> Tiempos grises

‘Cuando yo era chica, cuando algo me molestaba, me desconectaba y me dormía, hasta en la escuela María Ossa de Amador’, cuenta Haydeé.

Los maestros le dijeron a sus padres que tenían que cambiarla a una escuela especial. Ella recuerda que ‘en esos tiempos era la única negrita en el IPHE’ y que sus maestros la consentían mucho por eso. Pero por su color y temblor en el cuerpo, la reacción de sus compañeros fue todo lo contrario. La hicieron sufrir con apodos como negra, chita, tembleque y panty sin elástico.

‘Es que una compañera me vio que en el baño el panty se me estaba cayendo y entonces salió al pasillo a gritar 'panty sin elástico' y yo empecé a llorar, lloré todo el día’. Estas ofensas de su infancia las vino a superar de adulta, luego de ir a un curso Dale Carnegie, donde habló y pudo reírse de aquellos recuerdos. Ahora en la madurez dice: ‘niños son niños, normales o con discapacidad, a los niños les gusta molestar’.

Recuenta la gran enseñanza que le dejó su padre. ‘Mi padre me enseñó a reírme de todo, porque yo era muy llorona, ahora yo siempre me río’. Y es cierto, no pasa mucho tiempo sin que Haydeé regale una de sus espontáneas sonrisas.

Actualmente, aún sufre de frecuentes y fuertes dolores de cabeza, ‘pues al nacer me sacaron con tenazas y me lastimaron algunos nervios del cerebro’, pero ha logrado manejar su temblor corporal desde hace 14 años.

> Sociedad limitante

Haydeé Beckles se graduó como ayudante de confección de arreglos florales en el Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) y luego de eso trabajó por 15 años en esa institución en el taller de piñatería.

‘Impedido es que alguien te impida hacer algo’, analiza Haydeé. ‘Yo siempre quise saber quién puso la palabra 'impedido', y pensaba que el mundo me impide hacer las cosas que yo quiero’. Por eso, esta defensora de los derechos de los discapacitados, que asegura que siempre dice lo que quiere, expresa: ‘Nosotros podemos hacer más de lo que ellos piensan si nos dan la oportunidad’.

Es bilingüe (habló inglés antes que español, ‘cuando entré a la escuela tuve que aprender español de todas maneras’) y escritora. Tiene dos libros bajo su pluma, Memorias de alguien que quiso cambiar y Mi más profundo sentimiento, y un tercero, en etapa de corrección, En Blanco y Negro: Las cosas que solo me pasan a mí.

Haydeé ‘es una escritora que expresa emociones y la intensidad de su vida. . . ’, manifestó el director de Senadis, Manuel De J. Campos. ‘Es un regalo para aquellos que carecen de fe’.

Ella comenta que ahora mismo no tiene dinero para publicar su último libro, pero que los anteriores los publicó con lo que había ahorrado del dinero que le da su mamá.

Haydeé toma aire, exhala y comenta que hace algunos años una persona le dijo que era ‘mujer, negra y discapacitada’, y que no sabe con qué fin se lo dijo, pero que su participación con la ONU le ha hecho ver esa realidad desde una perspectiva positiva, pues precisamente porque tiene obstáculos tiene más razones para luchar por la igualdad.

> Camino por superar

Aún cuando pareciera que pese a lo malo que pueda pasar, Haydeé tiene todo bajo control, ella dice que quiere aprender a dominar los nervios. ‘Yo tengo que apartarme de las personas que me causan tensión, de esas personas que quieren de mí más’. Señala que por eso se inventó la frase: ‘Una cosa con Dios, que hacer mil cosas sin él’, que se repite cuando busca mantener la calma.

Pero Haydeé no necesita hacer mil cosas para demostrar su activismo. Por eso, el 9 de octubre, la Primera Dama al condecorarla le dijo: ‘Hoy te ponemos la [medalla al méritoI Gumercinda Páez, sabiendo que al ponértela a ti estamos honrando a tantas mujeres con discapacidad como tú que han salido adelante y que tienen mucho que enseñar’.

Mientras que en Calle Novena, Parque Lefevre, una vecina de Haydeé, Beryre Evans, la describe como una buena vecina. ‘Haydeé habla mucho, dice lo que piensa, es muy inteligente. Si pasa cinco veces al día frente a mi casa, las cinco veces me saluda’, dice.

Poema
'Atrévete a ser diferente'

Atrévete a ser diferente
y lo soy ni menos ni más
Soy lo mejor que nadie esperaba
mucho más de lo que yo pensaba
me lo dicen a cada rato

Hoy soy una persona primero
Y lo fui antes

Pero tuve que analizar
t odas mis desventajas
y caminar sobre ellas
con pie derecho
sin esperar nada y
sabiendo que me encontraré
entre personas que siempre miden
a las otras

Yo, solo miraré
lo bueno y lo maravilloso
de las personas
y no lo mucho o poco
que no realicen.

Haydeé Beckles


 
 
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