Nosotros, nuestros amigos y familiares, presumimos que en algún momento de nuestras vidas podremos dejar de trabajar y dedicarnos a vivir los ‘años dorados’, esa etapa de la vida en donde disponemos de todo el tiempo del mundo, se tiene la libertad para hacer lo que se nos antoja y no tener que volver a trabajar.

Pero la realidad que vemos aquí y en otros países es muy diferente. Según estadísticas de la Administración del Seguro Social de Estados Unidos, la información que a continuación le presentamos, relacionada a la condición de los ciudadanos de aquel país que llegan a la edad de retiro de 65 años, muestra lo siguiente: 45% depende de sus parientes, 30% sobrevive por la caridad de otros, 23% aún tendrá que seguir trabajando, sólo el 2% podrá mantenerse solo y tendrá algún tipo de independencia económica.

Esta misma oficina gubernamental afirma que el 85% de las personas que llegan a los 65 años no tienen ni siquiera 250 mil dólares ahorrados para su retiro.

Pienso que la realidad en Panamá es mucho más dramática, dado que acá pareciera que la mayoría de nosotros no somos muy dados a pensar en la jubilación cuando jóvenes y menos a ahorrar en el largo plazo para tal fin. Por otro lado, tenemos la costumbre de hacer que nuestros hijos sean dependientes de nosotros hasta entrados los 40 años, por lo que nos endeudamos para ‘ayudarlos’ y que ellos ‘floten’ .

Para poder determinar cuánto dinero necesitaríamos para vivir dignamente la llamada vida de jubilado, requerimos contestarnos primero estas preguntas: ¿Cuál o cómo me imagino o he planeado yo, vivir mi vida de jubilado? ¿Qué es lo que quiero o deseo hacer en lo que resta de mi vida?

Considere las opciones que a estas alturas ya ha debido tener en mente si le faltan unos 10 o menos años para empezar sus ‘años dorados’ y calcule cuánto le costará llevar a cabo dicha vida, ya sea solo o con su pareja, que sería lo ideal si la o lo tiene. Recuerde que si se apoya solo en lo que la jubilación del Seguro Social le aportará, sus ingresos se verán reducidos en comparación con lo que ahora recibe.

No hay duda de que tenemos muchos sueños, pero solo son puras fantasías si no tenemos un plan definido para alcanzar nuestras metas.

Libertad financiera personal al jubilarnos es una meta que todos deberíamos tener y para eso usted debe pensar en sus objetivos para la jubilación. Piense muy bien qué es lo que realmente le haría feliz en su merecida jubilación y desde ya propóngase aclarar estos objetivos y trabajar en todo lo que debe hacer para lograr esta ansiada libertad financiera en sus años dorados.

Una de las definiciones de riqueza es la que dice que no es más que la cantidad de tiempo que usted puede vivir sin disminuir su calidad de vida si su fuente lineal de ingresos desapareciese. Si usted dejara de trabajar y aún así vive cómodamente, sin angustias económicas ante sus cuentas y demás, entonces usted es una persona rica.

Un ingreso lineal es aquel que se recibe producto de un trabajo que usted hace y que desaparece si usted deja de realizar este trabajo. Los empleados y las personas que trabajan de forma independiente como los contadores, médicos, abogados, odontólogos, consultores, entre otros, perciben ingresos lineales.

Así mismo las personas que obtienen ingresos producto de rendimientos financieros, alquiler de bienes raíces, dividendos, o por ser dueños de empresas, reciben ingresos de tipo residual; es decir, no tienen que realizar un trabajo para recibir su ingreso.

Quizá esta es la máxima aspiración de muchas personas previsoras. Una estrategia de libertad financiera ideal debería contemplar el plan de acción para que usted perciba ingresos de tipo residual predominantemente. No se refiere únicamente a una edad específica en la cual la mayoría de las personas se pensiona, como en el caso de las estrategias de pensión.

Cada persona tiene un plan de acción de libertad financiera diferente que se implementa a partir de la situación actual de cada cual y de acuerdo al objetivo que cada quien tiene en cuanto al monto requerido de ingresos en un momento dado ¿Por qué es importante planear este objetivo? Pues, para que usted no forme parte de esa pléyade de panameños que tienen que seguir trabajando o vivir de la ayuda de familiares cuando superan la edad de su jubilación.

Jubilarse no es entrar en un mundo de dependencia, penurias y aislamiento socioeconómico. De usted depende.