Publicado el viernes 15 de septiembre de 2006 - Edici�n No. 863 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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BELLEZA

El 'blower' tóxico

La oscura realidad detrás del 'brushing' o 'blower' progresivo es abrumadora. Este tratamiento de origen brasileño logra alisar el cabello, pero tiene consecuencias letales y su uso es ilegal.

Patricia Aramburú

Hace unos cuatro meses se empezó a distribuir en Panamá un producto con etiqueta brasileña que prometía ser la maravilla para alisar el cabello. Su nombre: brushing o blower progresivo. Su resultado: revolucionario y casi milagroso (deja el cabello lacio y sedoso y lo mantiene así a pesar de la humedad, el agua o el tiempo). Su periodo de vida: de cuatro a seis meses.

La sustancia parecía haber logrado lo que hasta ahora ningún procedimiento cosmético ni las más grandes empresas multinacionales con años de experiencia habían podido crear: ese producto que alisara el cabello a la perfección y lo mantuviera así a pesar del tiempo, del agua o del clima. Aquello levanta sospechas, ¿demasiado bueno para ser verdad? Según médicos y autoridades de salud, sí. Sus consecuencias son peligrosas y pueden ser letales. La respuesta del Ministerio de Salud (Minsa): el porcentaje de su ingrediente principal, formol o formaldehído, es tóxico y por tanto, ilegal.

>Alerta roja

El producto se creó en Brasil, donde causó furor por sus resultados. Sin embargo, el año pasado la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) lo analizó y lo consideró nocivo por su alto contenido de formol, que es el secreto de su éxito. Una sustancia que la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) describió como "probable cancerígeno en seres humanos", y que la Organización Mundial de la Salud describe como un gas incoloro de olor penetrante y sofocante que se utiliza como estabilizante, y por sus propiedades conservantes se usa en laboratorios de anatomía.

"El formaldehído está presente en muchos otros cosméticos y productos alisadores de cabello en diferentes concentraciones: 0. 1, 0. 2 y llega hasta 5% para endurecedores de uñas. . . pero hasta ahí", explica Pablo Solís, director nacional de Farmacia y Drogas del Minsa. "Las concentraciones que se estuvieron encontrando, según los reportes de estos países (Brasil y Argentina) en este producto pasan cerca del 30%. . . Es muy alto y causa desfiltración en la mucosa y finalmente igual produce cáncer".

Los efectos del formaldehído son tóxicos, asegura el infectólogo Xavier Sáez-Llorens, y advierte sobre su abuso. "En concentraciones elevadas, está asociado a dermatitis de contacto, inducción de asma en personas susceptibles y efectos cancerígenos, entre otros aspectos de toxicidad".

El producto que se distribuye en Panamá viene en un tarro blanco de tamaño mediano con una etiqueta que titula "brush progressive", y no incluye el porcentaje de ingredientes, datos de producción ni registro sanitario.

En la base de datos del Minsa no existe nada bajo ese nombre que tenga registro sanitario o que haya pasado por inspección.

"Si existe un producto similar [al que usan en BrasilI en Panamá, ha entrado de una forma no legal", declaró Solís. "Todos los productos cosméticos tienen que ser autorizados por nosotros. Producto que no tenga registro sanitario es de contrabando", tanto la persona que lo aplica y la que se lo aplica "está en serios problemas", aseguró el funcionario, quien alerta a la ciudadanía que no debe realizarse este tratamiento, ya que pone en riesgo su salud, y advierte que iniciará un operativo de investigación sobre uso de sustancias ilícitas en centros de belleza.

En tanto, peluquerías de la localidad lo utilizan en sus clientes y cobran cantidades exorbitantes de dinero –desde 200 a 400 dólares por una aplicación– sin preocuparse de que no tenga control de sanidad.

El funcionario advierte que "el salón de belleza que compre un producto debe exigir su registro sanitario" para poder usarlo, y si no lo tiene debe reportarlo al Minsa para que tome cartas en el asunto.

Ningún estilista, de los consultados, quiso revelar el nombre del distribuidor en Panamá.

>Por experiencia propia

A una presentadora de televisión de 23 años (que prefiere reservar su nombre) y que trabaja muy de cerca con los estilistas, le ofrecieron probar el "innovador producto". Ella confiesa que tiene el cabello naturalmente liso pero que accedió a hacérselo para probar algo que la ayudaría a mantenerlo siempre arreglado.

"El tratamiento es extremadamente rápido", cuenta, "te lavan la cabeza, te ponen el producto y te secan con blower normal, luego te pasan una plancha como cinco veces por mechón. Olvídate de los problemas por la humedad. . . se me secaba y me quedaba liso y suave. . . sientes que los agentes del medio ambiente no te afectan", confiesa la joven, que se lo hizo hace dos meses y pasó de "blower todos los días", a sólo tener que regresar esporádicamente al salón para tratamiento y color.

Ella está fascinada por la eficacia y rapidez del tratamiento, pero sí confiesa que "fue un poco molesto. . . te ponen una mascarilla y un abanico enfrente para esfumar el vapor. . . pero vale la pena. Tengo que tratar que el blower me dure lo más posible". Se lo ha hecho sólo una vez, pero se lo haría de nuevo, dice, "¿por qué no?".

Por otro lado, Carmen* trabaja en una peluquería donde "han hecho más de 20 'progresivos' en los últimos meses". Cuando lo van a realizar, trata de alejarse lo más posible porque "el salón se llena de un vapor que irrita los ojos y molesta al respirar".

Por su parte, Valeria* se realizó el progresivo hace dos meses en una reconocida sala de belleza local donde pagó 260 dólares. Cuenta que aunque le pusieron una mascarilla "el olor era muy penetrante, casi irrespirable. Yo soy fuerte, pero muchas amigas salieron llorando", sustenta, y anota que no es cierto lo de "cuatro meses sin blower". Sí, "el producto te sella la cutícula y el cabello te queda súper fino, pero es peligroso". Cuenta, por ejemplo, que las orejas se le empezaron a pelar por dentro, días después, por el contacto tan cercano con el vapor tóxico. Se lo volvería a hacer solo si le aseguran que no corre riesgo.

Giovanni Spirito, de Tony & Giovanni, asegura que no sabía de la toxicidad del producto hasta que investigó y llamó a un doctor amigo. Luego de enterarse de sus daños, decidió dejar de comprarlo, dejar de recomendarlo a sus clientes y buscar otro que no sea nocivo y que pueda obtener resultados parecidos.

"Si fuera por mis clientas se lo sigo haciendo, porque han quedado fascinadas con los resultados, pero es mi salud y no la voy a poner en riesgo", exclama Spirito, quien asegura solamente haberlo hecho "cinco veces" en su salón hasta enterarse de los daños que ocasionaba.

>Prohibición sin resultado

El gobierno brasileño, luego de prohibirlo, alertó a la población sobre el uso indebido de formol en productos alisantes. "Los salones de belleza pueden pensar que encontraron una solución milagrosa para poner fin a los cabellos crespos, pero se trata de una gran amenaza para la salud", anotó Anvisa en un comunicado. En ese país se reportaron casos de caída de cabello "en función del uso de formol", y aún las mujeres siguen haciéndolo clandestinamente.

Así lo confesó Maíra a Ellas, vía correo electrónico, una brasileña de 28 años que reside en Sao Paulo, quien se hizo el brushing progresivo dos veces cuando inició el furor, y una última vez (clandestinamente) hace dos semanas. Aunque sabe que es ilegal, acepta que huele mal y es agresivo para la nariz y los ojos, ella y sus amigas se lo hicieron alguna vez porque les gustó los resultados. "Los estilistas más conocidos no lo recomiendan, dicen que es malo para tu cabello y tóxico para el estilista", escribió la joven.

En Argentina es ilegal también; la bomba estalló cuando el diario Página 12 publicó una nota donde informó de que "el revolucionario tratamiento conocido como 'brushing progresivo lissé', de origen brasileño, no fue autorizado por las autoridades por su alto índice tóxico y por ser cancerígeno" y que los estilistas estaban recomendándolo a sus clientes.

Mujeres que pasaron por la plancha confesaron al diario que aunque se tuvieron que poner máscaras como "esas de la guerra de Irak" para hacérselo y le picaron los ojos, se lo seguirían haciendo ya que no creen que por dos o tres aplicaciones les haga daño.

Lo cierto es que para el estilista, o para quien lo aplica, es más tóxico porque inhala el concentrado repetidas veces y a largo plazo es letal.

Aún no se ha determinado si el que se distribuye en Panamá es el mismo que se usa en Brasil. Lo que sí es cierto es que el producto es similar, tiene los mismos resultados y consecuencias que éste, es ilegal y la persona que lo utilice o aplique está poniendo en riesgo su salud y la de los demás presentes.

Alerta

¡Cuidado!

Se debe poner especial atención al adquirir productos alisadores de cabello o al realizarse un tratamiento.

Los productos preparados a base de formol tienen un olor fuerte y penetrante que resulta irritante.

La técnica de empleo de éstos se caracteriza por "la aplicación del preparado sobre el cabello mecha por mecha, acompañada por el alisado con exposición a calor sin necesidad de enjuague por tres días".

El formol resulta perjudicial para la salud provocando "presentación de cuadros alérgicos, irritación ocular, enrojecimiento, lagrimeo, dermatitis, inducción de asma en personas susceptibles y efectos cancerígenos", aseguran especialistas.

Vía clandestina

Los productos con formol se están vendiendo por internet. En una búsqueda bajo "brushing progresivo" aparecieron varios sitios que lo vendían. El primero decía: "Brushing Progresivo Lissé (Industria Brasil) $120. Mascarilla especial (que no permite que los vapores sean aspirados), guantes, gatillo para facilitar la aplicación y guía explicativa".

Estos prometen resultados milagrosos y hablan maravillas del producto, pero no advierten que por contener 30% de formol puede resultar tóxico y producir cáncer.

*Los nombres fueron cambiados.


 
 
 
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