Mientras lucha contra el c�ncer
La pelea contra el c�ncer se gana d�a a d�a, requiere de valor y de cambiar ciertos estilos de vida
Durante el tratamiento del c�ncer de mama a menudo salen a relucir sentimientos como el miedo, tristeza, rabia y desencanto. Es m�s f�cil decirlo que vivirlo, pero la actitud positiva es fundamental para superar cada paso. Ninguna mujer debe culparse por su enfermedad, pero una vez detectada debe extremar sus cuidados al m�ximo y esto s� est� en sus manos.
En este periodo tendr� que tomar muchas decisiones, por ejemplo: sobre el tratamiento. Es tambi�n momento de tomar las riendas de su vida. La enfermedad est� all� y hay que combatirla, pero no puede tornarse el centro de su vida ni impedir que disfrute de todo aquello que le gusta. Es momento de reflexionar, darse tiempo para s� misma, dejar todo aquello del d�a a d�a que la sobrecargaba o la hac�a vivir en intenso estr�s. Tal vez quiera ahora planificar el reencuentro con viejas amistades, salir a caminar, ver el mar, los p�jaros, disfrutar m�s de los ni�os a su alrededor.
Claro que estos planes optimistas podr�n verse a veces derrumbados por la tristeza, el pesimismo que provocar� no sentirse tan plena de fuerzas como antes, debido tal vez a los efectos del tratamiento. Estos sentimientos son normales, sin embargo, deben vencerse cada d�a.
Cambiar de rutina
El descanso debe incorporarse a la rutina de la mujer en tratamiento. Pero no es solo un dejar de hacer cosas, sino tambi�n empezar hacer aquellas que sus fuerzas le permitan, y que a la vez ayuden a restituir sus �nimos.
- Es importante llevar unas pautas regulares de descanso y autocuidado: acostarse y despertarse a una hora fija, cerciorarse de que est� durmiendo lo suficiente.
- Seguir una dieta equilibrada, que incluya frutas, vegetales y alimentos cocidos de una manera saludable. De ser posible incorpore una actividad f�sica, como una caminata ligera o t�cnicas de relajaci�n: yoga o tai chi.
- Practicar actividades o hobbies que resulten relajantes: ir al cine, pasear, leer, coser, hacer alg�n tipo de manualidad que sea de su agrado.
- Tomarlo con calma, no tratar de hacerlo todo. Aceptar la ayuda que otros intentar�n ofrecerle para las labores dom�sticas o actividades cotidianas.
- Reflexione y tome su tiempo ante las diferentes decisiones que tiene que tomar.
Evitar el estr�s
- Para enfrentarse a la angustia y al estr�s es recomendable buscar el apoyo de amigos y familiares. Lo ideal es tener asistencia de un profesional, sobre todo si siente que su familia no la comprende o no logra manejar la situaci�n. Es recomendable mantenerse ocupada desarrollando actividades o pasatiempos que no signifiquen mayores esfuerzos f�sicos, pero mantenga la mente ocupada en cosas que signifiquen una satisfacci�n personal.
- Cuando los cambios f�sicos sean m�s severos: ca�da del pelo, p�rdida de una mama, es bueno recurrir a los grupos de apoyo que ofrecen los centros m�dicos. En estos momentos se necesita de mucho valor para comprender y valorar que la persona va m�s all� de sus atributos f�sicos, esto le ayudar� en el camino de redefinirse en su nueva forma de vida. La verdadera mujer sigue all� intacta. Merece ser atendida como tal, con la misma o con m�s coqueter�a que la de siempre.
- Las relaciones afectivas y de pareja tambi�n pueden verse afectadas durante la enfermedad, sobre todo si hay cambios f�sicos importantes. En estos casos la comunicaci�n de pareja es esencial. No hay f�rmulas m�gicas para manejar esta situaci�n, ambos deber�n poner toda su creatividad y amor. Muchos malentendidos se pueden evitar si hablan sinceramente sobre sus miedos, sus dudas y sobre el cari�o que se tienen.
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