¡Uf! Es momento de reflexión. Pero justo ahora nos estamos dando cuenta de que casi se ha ido un cuarto del año y los proyectos todavía andan en etapa de arranque. Todo se acelera y parece casi un lujo sentarse a reflexionar, pero. . . es justo y necesario. Así que. . . ¡Pausa! Sea que usted es religiosa o no, que ayune toda la semana o decida tirarse en una hamaca a leer el jueves Santo, reserve unos minutos para repasar su vida hasta hoy y planee su vida para mañana. Estamos a tiempo para perdonar, perdonarnos y pedir perdón. Estamos a tiempo de corregir y de dar más. Estamos a tiempo de tomar decisiones y dar giros pequeños o abruptos. No hay nada peor que no querer ver, mejor es aceptar -con humildad y honestidad- cualquier aspecto que podría ser mejor y comprometerse a mejorarlo.
|