Publicado el viernes 29 de julio de 2005 - Edici�n No. 805 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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BUZON DE ELLAS

Crítica constructiva

Hola amigas de Ellas.

Les escribo porque se han convertido en la ventana de expresión de muchas mujeres panameñas y quiero contarles lo que nos sucedió a una amiga y a mí durante el almuerzo, el 22 de julio de 2005. Resulta que fuimos a uno de los restaurantes de una cadena estadounidense -especialista en emparedados y ensaladas- que es muy conocida en Panamá y que tiene varias sucursales incluyendo una en Plaza Los Ángeles, en la que ocurrió este incidente: Mientras estábamos siendo atendidas, las dos empleadas a cargo mantenían una conversación personal que involucraba tanto risas como palabras poco decorosas, sin prestar mayor atención a nuestro pedido.

Al momento de pagar, le consulté a una de ellas cuál era el mínimo para pagar con tarjeta Clave, a lo que respondió “lo que sea”; luego, cuando le pedí el comprobante de caja, su actitud fue de molestia, la cual demostró con ademanes groseros.

A pesar de todo, mi amiga y yo, que a ese punto ya estábamos al borde, no dijimos ni media palabra y nos sentamos a comer, bastantes contrariadas. Me decidí a escribirles cuando vi la grosería que le hicieron a dos personas mayores que venían detrás nuestro. Esta pareja pidió dos emparedados y, como estaban envueltos, la señora pregunta a una de las empleadas cuál era el de pavo, a lo que ésta responde: “si Ud. abre el emparedado y ve pavo es porque es de pavo”... en ese momento sentí que se removieron todas mis entrañas y más aún cuando entre risas celebraron la respuesta. Esto es sumamente preocupante, ¿cómo es posible que en nuestro país la cultura de servicio sea tan pobre? En lo que respecta a nosotras, no regresaremos más a ese lugar.

Erika J.


Nada de migajas

Les felicito por su Suplemento, soy una fiel lectora y me quería referir exactamente al artículo de la vida en fucsia “¿Migajas? No, Gracias.” Felicito a Ileana por su opinión y creo que es muy acertada al decir que te fijes cómo los hombres tratan a sus madres, hermanas.... porque luego se verá reflejado en ti.

Les cuento mi testimonio, tuve una relación de 10 años, de la cual nacieron dos hermosos niños, pero el caballero en mención resultó un infiel, de igual manera trataba muy mal a su madre, abuela, bueno... y, a la larga ha resultado peor de lo que esperaba y cada día que pasa no me dejo de sorprender, ahora resulta que ni siquiera quiere a sus hijos. He tenido que recurrir a la ley para que se haga responsable de ellos y no ha sido nada fácil, pero la lucha aún no termina.

A veces uno piensa que encontró el hombre ideal, pero el problema es que uno nunca termina de conocer a las personas. Por eso soy del pensar que toda mujer se merece un Buen Hombre, sobre todo SOLO, sin ningún tipo de compromisos y que te respete ante todo. Les digo que sí los hay, ya que a pesar de que tengo dos bebés y un divorcio, yo me conseguí un hombre con todas esas características. Nuevamente hay que intentarlo hasta encontrarlo, creo que ¡SÍ SE PUEDE!

Digna Esther


Aporta su experiencia

Primero que todo quiero felicitarlas por este excelente trabajo que realizan. De verdad que siempre las leo. Ahora, acerca de la última columna, La Vida en fucsia, quisiera aportar mi experiencia personal. Cuando uno está enredado en situaciones como esa (triángulos), no es tan fácil salir. Puedo escuchar todos los buenos consejos de los demás, sin embargo, es complicado. Además de la fuerte pasión arrolladora, está la baja autoestima, que nos hace pensar que no somos capaces de conseguir una persona que realmente nos valore y nos conformamos con el primer hombre que nos dice algo lindo al oído.

Cabe destacar que no hay edad, ni clase social, cualquiera de nosotros puede caer en este error. Por eso hay que estar atento y, si es tarde, tomar conciencia del error y salir de esa situación lo antes posible.


Nota de la editora

Damos las gracias a los lectores que manifestaron su deseo por contribuir al Centro de Rehabilitación Femenino (artículo En la intimidad de la celda).

Los teléfonos de la dirección del centro son 267-5935 y 267-1022. La directora es Gisell Castillo.



 
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