Dar oportunidad

Querida Ellas, muchas felicidades por su gran revista. Les escribo porque leí su artículo sobre las jinetes femeninas en nuestro país y quería enviarles mi admiración. También me duele leer que no se les da la oportunidad de avanzar en su carrera debido a la mentalidad machista que aún existe en nuestro país.

Se dice que los mejores jinetes son hombres. !Claro! !Cómo no va a ser así, si no se les da la oportunidad a las mujeres de superarse! Por supuesto, al principio ellas no tendrán muchos triunfos, quizá ninguno, pero nadie nació campeón. Lo que sí sé es que nunca podrán superarse si no tienen la oportunidad de hacerlo.

Me gustaría saber cuánto tiempo y cuántas carreras les tomó a esos jinetes varones para ser los mejores del mundo. Si no se le da la oportunidad a estas chicas, nunca llegarán a ser grandes jinetes.

Por favor, todos merecen que se les dé la oportunidad, sin importar el sexo al que pertenezcan.

Gracias.
M. G.

Flores marchitas

Con motivo del centenario del IPA, este centro educativo organizó a las 12:00 medianoche del 11 de julio una celebración con fuegos artificiales para conmemorar su aniversario, sin tomar en cuenta que colinda con muchas casas que se vieron afectadas. Este acto ocasionó confusión, ya que los vecinos pensaron que se trataba de un accidente, motivo por el cual procedieron a llamar a los bomberos, quienes a su vez informaron de que este acto contaba con la debida aprobación y que todo era parte de una celebración de aniversario. Este tipo de actividades o celebraciones deben hacerse con más conciencia del alcance o molestias que podrían ocasionarle a la ciudadanía en general.

Saludos,

Raquel Molina

Sobre caso del Defensor

Me ha parecido muy atinado el artículo sobre algunas de las lecciones aprendidas en el caso de la Defensoría del Pueblo (Actualidad, ‘Por qué incomodaba’, 7 de julio) sobre todo porque refleja diferentes aristas desde las cuales mirar este suceso.

No obstante, todas y todos hemos aprendido que la perseverancia, la seriedad en la argumentación y la confianza de que de una u otra manera se hará justicia, fueron las bases de nuestro actuar.

Sabemos que la justicia es ciega pero no es sorda y mucho menos muda. Habló a través de muchas bocas de hombres y mujeres, a través de los medios de comunicación y de los grupos de mujeres y asociaciones organizadas. La justicia habló en los corrillos, en las plazas, en las escuelas y universidades, en los más encumbrados espacios empresariales o políticos y en los más populares, no se quedó casi nadie sin hablar y esto es un síntoma de que puede que no se sumen las personas a marchas o protestas, pero de que habla, habla. . . y expresar la opinión es uno de los derechos ciudadanos más importantes.

Cuando los temas son de principios y trascendentales para el imaginario de una población, de una u otra forma la opinión pública se hace sentir.

Gracias por este artículo aleccionador, pues mucho nos ha dejado como aprendizaje.

Luz Aleyda Terán B.