Publicado el viernes 12 de mayo de 2006 - Edici�n No. 845 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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BUZON DE ELLAS

Baños que atentan contra la salud

Esas flores frescas al baño de quesos Chela estuvieron excelentes. Asimismo, nos gustaría que resaltaran el caso de los baños del restaurante Universal, donde hacen parada los buses de Las Tablas, en Penonomé.

Uno debe entrar con las narices tapadas pues el mal olor es peor que la bahía de Panamá y además los servicios no los limpian nunca. . . es una verdadera porquería, un verdadero atentado contra la salud pública. Háganle llegar esta queja al Ministro de Salud y al IPAT, pues las llamadas de nosotros no cuentan.

Saludos

Dr. JGCh


Panamá no ahorra

Soy costarricense y vivo hace un tiempo en Panamá. Mi esposa es panameña y desde que nos conocemos he manifestado mi preocupación por el consumismo desmedido del panameño y la falta de ahorro. Ninguna familia, ciudadano, empresario o país sale adelante si no hay tasas de ahorro. Si gastamos más de lo que recibimos y además lo hacemos en cosas no solo innecesarias, sino además que muchas veces nos producen daño a la salud física o mental, el futuro seguirá siendo incierto, marcado por la congoja y atado a las limitaciones.

Los felicito por este tipo de comentarios y los insto a continuar apoyando estas tesis que tanto bien les podrían traer a los ciudadanos.

Guillermo Villalobos


Fucsia, desde Hong Kong

Soy lectora asidua de la revista Ellas online y La Prensa Web, especialmente desde que vivo fuera de Panamá hace más de seis años. Resido en Hong Kong.

Los artículos de La Vida en Fucsia me mantienen al tanto de la idiosincrasia de nuestro país. El de las ‘tías’ me embona como anillo al dedo. Pensé que era la única que se sentía amada, tomada en cuenta y a veces abusada. ¡Sí! Yo tengo mi propia vida y gastos. Tengo mi propia Fundación de Janeth y muchas veces me siento como La Tía Cajera ATM.

Pero soy tía y consiento a todos mis sobrinos. El artículo refleja muy bien el amor a los sobrinos por las tías solteras o sin hijos.

Lourdes Haywood de Bogaerts


Sobre vino de palma

Amigas de ellas:

Me llama la atención cuando publican temas como el coyol (artículo ‘Sólo se deja beber en verano’, del 5 de mayo), y no se acuerdan de que lo mismo se da en nuestro país. ¿Quién ha dicho que el coyol solo se deja beber en verano?

Eso será para Honduras, pero el vino de palma, como se le llama en Panamá, se toma cualquier día del año. Solo pase por la carretera Interamericana entre Atalaya y La Mata (Veraguas) y verá un puesto de venta permanente del producto.

La palma de espinas grandes y negras tiene por nombre científico Acrocomia vinífera. Su fruto se conoce como corozo, del que se sacan varios productos.

Al ganado le encanta el corozo y cuando el dueño se descuida, un buen lengüetazo al hueco por donde sale la savia no queda mal.

Como dulce de corozo con miel (me recuerda cómo se mete entre los dientes), y como chicha de corozo es enormemente refrescante.

La semilla o pepa después de cocida, se parte y se come. . . del sabor del contenido ni se diga.

El vino tiene, según los entendidos, las mismas propiedades reportadas en el artículo. Sin embargo, en nuestro país el vino de palma está dentro de las bebidas alcohólicas clandestinas prohibidas por ley. Mi trabajo de graduación fue sobre este tema.

Además para producir el vino, igual que en Honduras, se tumba la palma que gracias a Dios es muy prolífica en hijos.

La Prensa publicó en estos días una ‘matanza’ de estas palmas en la provincia de Los Santos para limpiar un terreno.

No sé si la palma está en vías de extinción, pero sí pude estudiar y documentar el método utilizado en Panamá y es igual al hondureño, con los mismos resultados en volumen de savia. Además, nunca se tumba un solo ejemplar, en la ‘expedición’ a la que asistí tumbaron 15 ejemplares enormes (cuatro a cinco metros de alto) en una sola tarde.

Dolores Cordero

Directora Instituto de Tradiciones Culturales

Universidad de Panamá


 
 
 
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